Mantenimiento de la guitarra

Son muchas las ocasiones en las que recibo la pregunta de cómo debo cuidar o mantener mi guitarra de una forma correcta. No hay mucho que extenderse en este tema ya que una guitarra española requiere escaso mantenimiento, pero daré algunas pautas para los más cuidadosos.
Ante todo, el mejor cuidado para nuestra guitarra está en ser prevenidos, así que, guardar la guitarra en su funda, colocarla en un soporte seguro y no apoyarla en cualquier parte, es importante para que no se lleve ningún golpe del que después nos tengamos que arrepentir. También debemos tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura, y el exceso de humedad o calor. Si la dejamos en el maletero del coche, al que le está dando el sol en un calurosa día de verano, puede ocurrir que cuando la vayamos a coger nos encontremos la sorpresa de ver partes despegadas. O puede deformarse si está durante mucho tiempo sometida a un alto grado de humedad.
Dando por sentado lo dicho, los cuidados son sencillos. En primer lugar, una guitarra es, como todo el mundo sabe, de madera y generalmente tratada con barnices de poliuretano que son muy resistentes, así que podemos limpiarla con cualquier producto destinado al cuidado de los muebles. Yo suelo utilizar un paño de microfibra humedecido con limpiacristales, queda impecable. Ojo! no utilicéis productos con disolventes o abrasivos, especialmente en las guitarras de gama muy alta que están tratadas con goma laca.
El diapasón de la guitarra es una zona que suele acumular suciedad debido a que pasamos nuestros dedos continuamente por él, cuesta algo más de limpiar por el obstáculo que supone la proximidad de las seis cuerdas, así que cuando vayamos a realizar un cambio de cuerdas aprovecharemos para una esmerada limpieza.
Esta parte de la guitarra no está barnizada y suele ser de palo rosa o de ébano con un tono muy oscuro o negro. Recomiendo que una vez bien limpio (limpiacristales, agua jabonosa, etc,) le demos con algún producto que contenga aceites para nutrir la madera (limpiamuebles con ceras, aceite de limón, etc), yo suelo utilizar los restauradores de madera que venden en los supermercados, y elijo siempre el que tenga el tono más oscuro. Si, además, queréis que reluzcan los trastes (las finas tiras de metal incrustadas en el diapasón), podéis darles con un poco de limpiametales, se quedarán brillantes.
En lo que concierne al clavijero, será suficiente con que, muy de tarde en tarde, limpiemos cuidadosamente las clavijas y los tornillos estriados que componen el mecanismo con un pincel. Si dejamos que acumulen suciedad no correrán bien y nos costará mucho esfuerzo apretar o aflojar para afinar, causando una holgura que terminará por estropearlos. En caso necesario, sobretodo cuando se trata de guitarras que llevan mucho tiempo sin usarse, es recomendable poner una pequeña cantidad de aceite lubricante en estos engranajes después de limpiarlos.
En lo concerniente a las cuerdas, este es un tema que va a depender del uso que le demos. generalmente, nuestro oído nos va a decir si van perdiendo brillo (...me refiero al sonido, no al color) o si el sonido se mantiene poco tiempo al dejarlas vibrar. Cuando detectemos estos síntomas debemos cambiar el juego entero, no esperar a que se vayan rompiendo pues si así lo hacéis mezclareis cuerdas nuevas de sonido potente y vibrante con cuerdas que suenan pobremente, y el efecto será pésimo. Además, hay cuerdas que debido a su calibre tienden a romperse antes que otras: la 4ª es la que más se rompe, sin embargo la 3ª no se rompe casi nunca. Después de lo dicho, que cada cual tome su decisión en función del bolsillo, de lo fino que sea el oído, de si es para practicar, o si se trata de dar un concierto.